El fauvismo o fovismo fue un movimiento artístico surgido en Francia entre 1904 y 1908. También fue el estilo pictórico propio de esta corriente, caracterizado por una audaz paleta de colores no naturalistas, gruesas pinceladas e intensa expresividad.
El fauvismo se enmarca en las llamadas vanguardias históricas, que fueron movimientos artísticos rupturistas que surgieron en Europa y dominaron la escena del arte durante la primera mitad del siglo XX. El fauvismo tenía muchos elementos en común con otras tendencias de su momento, como el expresionismo alemán: una técnica disruptiva, el quiebre con la tradición y un nuevo modo de pensar la pintura.
Origen
e historia del fauvismo
El fauvismo surgió en Francia entre 1904 y 1908, y tuvo como evento fundacional la exposición del Salón de Otoño en el Gran Palacio de París (18 de octubre al 25 de noviembre de 1905), donde se expusieron obras de los primeros fauvistas. Las piezas descolocaron a los críticos de la época, quienes se encontraron con un arte que no supieron clasificar.
El
17 de octubre de 1905 el crítico Louis
Vauxcelles (1870-1943) publicó en el diario Gil Blas una
reseña de la exposición en la que comparaba los tonos puros de las
pinturas expuestas con el acecho de fieras (fauves), lo cual sirvió para
bautizar al nuevo movimiento artístico. Los fauvistas, sin embargo, nunca se
identificaron con ese nombre.
Entre las obras presentadas en la exposición estaba Lujo, calma y voluptuosidad, de Henri Matisse, obra considerada el manifiesto artístico del fauvismo por sus colores contrastantes, su fuerza expresiva y su espíritu hedonista (es decir, basado en el placer), rasgos que influyeron e inspiraron a otros artistas.
En
su momento, el cuadro generó un escándalo en la crítica, ya que atentaba contra
todas las convenciones compositivas de la época, porque dejaba incluso partes
del lienzo sin cubrir. Por eso Matisse es considerado el líder y uno de los
padres fundadores del movimiento, junto con André Derain y Maurice de Vlaminck.
A
pesar de haber surgido en el contexto parisino, el fauvismo tuvo éxito
también fuera de Francia, y compartía con el expresionismo alemán
su devoción por reflejar el mundo interior y emocional del artista (en vez de
representar su realidad exterior). Hubo pintores fauvistas también en Bélgica y
Holanda.
Hacia
1908 la corriente perdió fuerza y la mayoría de sus artistas se
desplazaron hacia otras vanguardias. Para muchos de ellos, el fauvismo fue una
etapa de experimentación y la apertura hacia nuevas formas de expresión como
el cubismo,
el expresionismo e incluso el Art decó.
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